Azúcares y “goma espacial” descubiertos en muestras del asteroide Bennu
El pasado 2 de diciembre de 2025, la NASA anunció uno de los hallazgos científicos más fascinantes de los últimos años: sus muestras del asteroide Bennu — recolectadas por la misión OSIRIS-REx — contienen azúcares, una sustancia similar a “goma espacial” y polvo de estrellas antiguo.
Crédito: NASA
Las muestras de Bennu trajeron a la Tierra material prístino, es decir, que nunca había sido expuesto a la atmósfera terrestre ni contaminado por procesos geológicos de la Tierra. Esa pureza química permitió revelar con muchísima claridad moléculas y compuestos que podrían ser parte de los ingredientes esenciales para la vida.
Entre los descubrimientos más relevantes destacan varios azúcares — incluyendo ribosa y glucosa —, algo nunca antes confirmado en una muestra de asteroide con estas características. La ribosa es de especial interés porque es la pieza central de la estructura del ARN, molécula clave para la vida, mientras que la glucosa es una de las formas más comunes de “energía” usada por los organismos terrestres.
Pero no quedó allí: los científicos también identificaron una sustancia desconocida hasta ahora, descrita como una “goma espacial” (space gum). Este material, con apariencia polimérica, es muy rica en nitrógeno y oxígeno, y probablemente se formó en los albores del sistema solar, cuando el “padre” original de Bennu se calentó. Algunos de sus componentes podrían haber proporcionado precursores químicos fundamentales para que surgieran moléculas biológicas en la Tierra.
Adicionalmente, en las muestras se detectó un alto contenido de polvo estelar antiguo — restos de supernovas — lo que confirma que Bennu se formó en una región del espacio enriquecida con material presolar. Este hallazgo aporta información valiosa sobre cómo estaba compuesto el “caldo primordial” del que surgieron los planetas y, posiblemente, los bloques de la vida.
Estos descubrimientos no significan que haya vida en Bennu, ni prueban que la vida se originó allí. Pero sí refuerzan la idea de que los bloques esenciales para la vida — azúcares, compuestos orgánicos complejos, agua, polvo estelar — ya existían en el disco primitivo del sistema solar y pudieron llegar a la Tierra gracias a asteroides y cometas. En otras palabras: muestran que los ingredientes de la vida podrían haber estado disponibles incluso antes de que aparecieran los primeros organismos.
Para la comunidad científica, este hallazgo representa un paso importante en la búsqueda de respuestas a preguntas centenarias: ¿de dónde vino la vida? ¿Qué tan comunes son las condiciones para la vida en otros rincones del universo? Al estudiar cuerpos como Bennu, desprovistos de contaminación terrestre, los científicos esperan reconstruir con fidelidad la química del sistema solar temprano y acercarse un poco más a entender nuestros orígenes.