Regreso Inusual en la Estación Espacial China Tras Daño en Cápsula Shenzhou

La última rotación de tripulación en la Estación Espacial China Tiangong se convirtió en un evento poco común dentro del programa espacial tripulado chino. La misión Shenzhou-20, que había llevado a los taikonautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie a la estación en abril de 2025, se preparaba para su regreso habitual a la Tierra cuando los ingenieros de la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA) detectaron un problema inesperado: daños en una de las ventanas de la cápsula, probablemente causados por el impacto de un micrometeoroide o fragmento de basura espacial. La evaluación determinó que la nave no era segura para emprender el descenso, un escenario extremadamente inusual en las operaciones del programa Shenzhou.

Crédito: CMS

Ante este riesgo, China tomó una decisión operativa poco vista en vuelos tripulados: la tripulación de Shenzhou-20 regresó a la Tierra utilizando la cápsula pertenciente a la misión Shenzhou-21, que había llegado semanas antes para el relevo. Este intercambio forzado significó que la tripulación de Shenzhou-21 quedó temporalmente sin un vehículo de retorno propio, una situación que la CMSA asegura será resuelta con la puesta en marcha acelerada de la próxima nave Shenzhou-22 o con el lanzamiento de una cápsula dedicada de rescate si es necesario. El aterrizaje de los taikonautas de Shenzhou-20 se completó sin incidentes, marcando un cierre exitoso para una misión que tuvo un final inesperado.

El daño en la cápsula de Shenzhou-20 vuelve a poner en evidencia el creciente desafío que representa la basura espacial para todas las agencias que operan en órbita baja. A pesar del avanzado blindaje de las naves chinas, los impactos de alta velocidad siguen siendo uno de los riesgos más complejos de mitigar. La nave dañada permanecerá acoplada a la estación hasta que se determine su destino: inspección adicional, desorbitación controlada o sustitución futura.

Mientras tanto, la tripulación de Shenzhou-21 continúa sus operaciones científicas en Tiangong, realizando experimentos de biología, tecnología espacial y medicina orbital. A pesar de no contar temporalmente con su cápsula de retorno, la CMSA asegura que la estación mantiene todos los sistemas de vida en condiciones óptimas y que la seguridad de los taikonautas está garantizada. En paralelo, China continúa avanzando en su ambicioso plan de exploración humana, que incluye su programa de alunizaje tripulado para finales de esta década y el desarrollo de una nueva generación de naves que podrá transportar más astronautas y soportar misiones más largas.

Este incidente representa una lección crítica para el programa espacial chino, pero también una muestra de su capacidad de respuesta ante contingencias reales en órbita. La misión Shenzhou-22 será clave para restablecer el esquema normal de relevos y para probar que el sistema chino puede adaptarse incluso ante escenarios inesperados. Mientras tanto, Tiangong continúa completamente operativa, consolidándose como uno de los laboratorios orbitales más activos del mundo.

Siguiente
Siguiente

New Glenn logra una misión histórica con el lanzamiento exitoso de ESCAPADE para la NASA